BLOG PERSONAL DE MANUEL MARTÍN MORGADO.
Se trata de un blog de imágenes, de mostrar mis obras pictóricas y escultóricas, los grabados y dibujos así como las vivencias diarias, las huellas de mis viajes etc.
Ya no recuerda uno qué toreros componían la terna de la imagen, me suena que algún Bienvenida. Al fín y al cabo, un falso grabado más de los muchos que hacía por aquella época y de los que todavía faltan unos cuantos por mostrar.
Veintemil visitas para este blog, que ya ha mostrado más de 550 obras de veintipocos años de creación. Hoy muestro una de mis obras más antigua, quizás mi segundo grabado, un relieve con fuerte influencia expresionista y munchniana, con un aire del Nosferatu de Murnau y que unos años después llegué a serigrafiar con diferentes fondos de color.
Obra inacabada pero que recoge perfectamente mis maneras y gustos de la época: El trazo sinuoso, personajes que se salen a los márgenes, mujeres escotadas y bares con copas y tangos.
Imagen original en la que me basé para mi cartel de las jornadas Flamencas organizadas por el CEP de Jerez en 2007, y que muestro en mi cartelería flamenca en los márgenes de este blog.
No toda la iconografía flamenca va a consistir en mostrar gestos exagerados, expresiones de dolor, escenas de baile, guitarristas ensimismados y la típica composición de cantaor y guitarrista en plena actuación. Encuentro de vez en cuando en mis carpetas, escenas como esta, en la que los artistas recogen los aplausos, después de una actuación.
Con esta obra, participé por primera vez en el concurso de pintura al aire libre de Rota que convocaba la Fundación Bustamante y Saltar, a principios de Julio. En Diciembre ya mostré mi segunda participación.
Fechado en Algodonales, el 25 de Abril de 1991, por esta época abundaba en mi obra los fondos ocres aunque los compáginaba con los fondos negros, pues por entonces dibujé una serie de fumadores alargados en gran formato, que todavía es posible que anden por algún rincón del centro. Pronto rescataré el tríptico que anunciaba mi exposición en aquel centro ya que el cartel ya lo mostré hace justo un año.
Siempre había dibujado a estos personajes de forma solitaria, en formatos alargados que servían muy bien como puntos de libro o marcapáginas pero aquí aparecen juntos aunque distantes, con un fondo de fuego, que sugiere un rojo de infierno.
Este tiempo agrio de esperas en el Hospital - mi padre lleva casi 2 semanas ingresado en Osuna- permite al menos recuperar algunos hábitos agradables al espíritu, como la lectura, costumbre ésta que casi no he podido ejercer por culpa de las ganas conque he cogido mi paternidad, hace 6 meses. Y apuntes del natural en las horas muertas y témperas en mis descansos en Ecija, como estos personajes de bares que muestro en la imagen. En cuanto lectura, he vuelto a disfrutar con la prosa de mi amigo Jose Manuel Benitez y su Vida Nueva y ahora estoy con Vargas Llosa y las historias de Paul Gaugin y su reivindicativa abuela Flora Tristán en El Paraiso en la otra esquina.
Este Oleo del cantaor gitano Don Antonio Mairena estaba entre mis obras favoritas, de esas obras a las que se le coge una querencia especial y uno jura y perjura que nunca se desprenderá. Así que en las exposiciones se le suele poner sin precio, colección particular o un alto precio que crees que nunca van a pagar. Y eso fue lo que pasó en una exposición en la Peña Flamenca de Sanlucar, que un vasco aficionado al cante me lo compró y Adiós y Santas Pascuas. El dinero se acaba, se vá y uno mira con tristeza el rincón donde colgaba la obra. Son gajes del pintor. El soporte, como otras muchas obras flamencas, es una puerta de cocina de las que me regalaba mi hermano.
Cuadro con el que participé en el concurso regional de Ubrique, la segunda ocasión en que lo hacía, tras mi cuadrilla de perfil pintada 9 años antes en la antigua plaza de toros del pueblo serrano. Y por allí siguen los asustados africanos, en alguna pared o en algún rincón del IES Las Cumbres, deseando salirse del rectángulo que los aprisiona.