Tintas y témpera sobre cartulina, 32x25, 2012
Tomando unas tapitas en la Cruz Blanca de la Plaza la yerba, estos 2 músicos callejeros vestidos de negro, se nos sientan casi al lado e interpretan unos cantes de muy buena factura que provocan los aplausos de los clientes, algo inusual en la mayoría de los cantaores callejeros cuyos gritos suelen más bien molestar que agradar.
Todo un disfrute la contemplación de estas pequeñas joyas que nos regala con tanta asiduidad. Gracias por compartirlas.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Antonio.
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