sábado, 3 de abril de 2010

Munch y Rodin


Cari en los jardines del museo Rodin, 22x15, 2010


Casualmente, me he encontrado en París con una exposición antológica de Edward Munch, uno de mis pintores favoritos. La muestra con más de 170 obras llevaba el título del antigrito, como queriendo justificar la ausencia de su cuadro más emblemático y la importancia del resto de su obra, sobre todo su obra gráfica, sus litografías y xilografías, de las que había una buena representación , aunque muchas con estampaciones de menor calidad. El conjunto de la muestra es genial, su visión ha sido uno de los mejores momentos de mi viaje parisino, Munch fue mi primera influencia tanto en mi pintura como en mis grabados en relieves.

Y si Munch se puede considerar mi pintor favorito, entre los escultores éste sin duda es Rodin, cuyo Museo visité por primera vez y con la misma emoción y entusiasmo que ví la obra del noruego. Es impresionante el conjunto de su obra, con la fuerza de su modelado, sus movimientos llenos de tensión y sus equilibrios imposibles. Los bronces de Rodin parecieran que tienen una vida propia y sientes los movimientos como si las manos del escultor hubieran dotado su obra de unas texturas y calidades capaz de dar vida al material como si fuera un Pigmalión.

En la acuarela represento a Cari con el pensador al fondo, en un descanso de la visita.

2 comentarios:

  1. No os habéis dejado ningún rinconcito olvidado ¿eh? La verdad es que entran muchísimas ganas de haber ido esta semana con vosotros...

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  2. Viajar sin la presión de ser el primer viaje y sin esa obligación de tener que ver casi todo lo aconsejable es mucho más relajado y sosegado y le da otra dimensión al viaje. De todas formas nos queda esa sensación tan agradable de sentir tu retina y tu memoria llena de grandes momentos dignos de recordar. Un beso.

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