Aguada sobre papel, 42x30, 2012
Es curioso como en apenas unos años, he cambiado el lapiz por el rotulador en mis dibujos del natural, ahora el rotulador me da más seguridad y me cuesta volver a mi vieja técnica, aún así la que más me gusta para esos menesteres de captar la fugacidad del momento, de atrapar instantes es la aguada con sus trazos de pincel y sus creativas humedades. Lo que pasa es que no es una técnica ni para viajes ni para el momento de esta ilustración que hoy traigo, una actuación de una cantante de Jazz, logicamente con un público que te puede volcar tu tinta y tu agua. La penumbra del lugar me dificultaba acertar con los trazos, así que este retrato de Teresa Dáscoli, a la que ya retraté hace cuatro años( y que sirvió de ilustración al texto de Jose Manuel B.) en el mismo sitio y en la misma fiesta por San Blas está acabado en mi estudio.
Cuatro años después, al comparar los dos dibujos pueden parecer mujeres diferentes, pero se dan varias circunstancias: lo diferente de las técnicas, mucho más dura la aguada, el ángulo antes lejano y ahora casi de primer plano, la luz que da un toque de sorpresa al resultado y que lo de menos es el parecido, que lo que importa es captar un momento.
La actuación volvió a ser igual de mágica que hace cuatro años, sólo que en esta última un elemento nuevo la embelleció aún más: el improvisado baile de nuestra Violeta dando color y gracia a la voz de Teresa.
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