Mencionaba 2 entradas más abajo el carácter efímero de algunas obras, por lo que recordé una serie de viejas imágenes mías sobre papel continuo, que sirvieron de decoración a una discoteca de verano en mi pueblo. Ya ni sé que pasó con ellas, pero por su fragilidad y su gran tamaño estaban condenadas a desaparecer. Una de ellas era este gato, entrando por una ventana, iconografía que no he tratado mucho después, pero que ahora, sí me atrae poderosamente como para dedicarle una pequeña serie.
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