Témpera sobre cartulina, 33x18, 1994
Un personaje triste que entra en un bar, es un tema al que he recurrido muchas veces: en una de mis primeras entradas la silueta de un viajero al contraluz se recortaba ante la luz a su espalda y lo veo como un buen inicio para una historia. Pero ahora traigo esta imagen y también la de los perros anteriores, como el reflejo de mi estado de ánimo actual . Ahí queda eso.
No te abrumes. Si una puerta se cierra se abre otra. El destino está por escribir. En tu caso, por pintar o dibujar. O sea, queda mucho por hacer.
ResponderEliminarGracias Casiano. Los finales de curso son así, a veces eufóricos, otros depresivo...
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