Acrílico sobre tabla, 83x25, 2006
No es muy amigo uno de realizar bodegones, no es de mis temas favoritos aunque muchas veces forman parte de mis cuadros como un elemento más dentro de la composición. Muchos pintores lo realizan para ejercitarse en tareas de dibujo, luces, composiciones y color pero a mí me aburren, quizás por el odio que le cogí en primero de carrera puesto que no se pintaba otra cosa.
Este bodegón, cuyas tazas parece que bailan sobre la mesa, me parece muy original y atractivo. El rojo del vino ,sobre el fondo azul,me lleva la mirada hacia ese lugar.
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