Oleo sobre tabla, 40x30, 2011
Desde mi áula de trabajo, en Medina, tengo el privilegio de ver todas las mañanas un paisaje espectacular. Se divisa de 15 a 20 kilómetros de campo, ahora muy verde, y al final las franjas blancas de San Fernando, Chiclana, Puerto Real y Cádiz y una línea azul de mar rematando un horizonte que se rompe con la verticalidad de los nuevos molinos de viento. Este óleo es el primero de una serie de impresiones sobre esa vista única de la bahía gaditana.
Te ha quedado muy peculiar y atractivo, con esas manchas alargadas y , los colores, tán bonitos.
ResponderEliminarMi familia materna viene de San fernando. Mi tatarabuelo y su padre fueron marinos.Mi tatarabuela, de Écija. Sus hijos y nietos ,también, nacieron en esa bahía.Tengo que darme un largo paseo por esas tierras para conocer los paisajes que fueron testigo de sus vidas. Gracias por permitirme asomarme por esa ventana de tu áula.
Debe de ser precioso, y un lujazo ver el mar desde la ventana del aula. ¡Estamos tan poco acostumbrados al horizonte...!
ResponderEliminarQuizás la vista de Las Cumbres sea más espectacular que ésta, cuyo fondo de ciudades blancas y su línea azul de mar, sólo se dejan ver con todo su esplendor y nitidez en días como hoy, donde cielo y mar presentan diferentes azules.Tu vista diaria, que también echo de menos, es más exuberante e impactante.
ResponderEliminarY Maite, no sabía de tus orígenes sureños y menos de que algunos procedan de mi Ecija del alma.
Saludos.