Acuarela y rotulador, 2018
Al igual que en mi reciente viaje romano, decidí madrugar y dibujar temprano la ciudad, así que a las 8 menos cuartos del jueves 29, estaba sentado frente a la catedral de Salamanca, dibujando una de sus fachadas, pero ese aparente trazo nervioso y suelto, confieso que no es fruto de la espontaneidad y de mi " genial habilidad" ante la monumentalidad, sino de un frío monumental que casi congela mis dedos.
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