martes, 30 de julio de 2019

Amsterdam



Acuarela y rotulador, 2019
Mi primer viaje a Holanda fue el 1 de Enero de 2002, el día que empezaban a funcionar los euros, así que en ese país gasté mis primeros euros en un viaje con mucho frio y medio país helado. Vuelvo, más de 17 años después y me encuentro una ola de calor terrible, ya me pasó en Berlín hace 4 años, que con la potente humedad nos convertía en máquinas de sudar. El motivo de la visita a Ámsterdam era la celebración del décimo symposium de dibujantes de cuadernos y allí que nos hemos encontrados con un buen puñao de amigos dibujantes para dibujar la impresionante arquitectura de esta ciudad, sus rincones y sus gentes. Ámsterdam es una ciudad muy peculiar, con su barrio rojo, su loco y peligroso tráfico de bicicletas, sus calles de agua y sus miles de barcos-casas, sus tranvías con cobrador en mostrador y ese sempiterno olor a canuto por sus calles como seña de identidad, igual que el olor a vino, cada vez más perdido, por las calles de Jerez. He dibujado 27 dibujos por sus calles, unos más acabados y otros esbozados para acabarlos en lo que queda de verano, un proyecto más, así que espero ir mostrando buena parte de ellos en estos días.

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