Acrílico sobre tabla, 90x32, 2020
Hay en mi azotea 4 higueras, todas nacidas en macetas , seguramente porque los pájaros traen sus semillas. Es la Higuera uno de mis árboles favoritos, no sólo por su delicioso fruto sino por la belleza de su porte, tanto cuando está frondosa de verdes, hasta cuando sólo está desnuda de hojas, contrastando los trazos oscuros de sus ramas con el cielo claro de fondo. Y su porte de otoño, con sus hojas amarillentas y naranjas comenzando a morir. Con esos colores la pinté una vez en mi primera estancia ubriqueña por el 91. Ahora, durante este largo confinamiento, vuelvo a pintar una higuera, que ha servido de ilustración a un hermoso texto de María Ángeles Robles en la revista CaoCultura . Han sido varias sesiones al aire mañanero y libre de mi azotea y me ha encantado la experiencia de pintarla y me ha recordado e este otro cuadro que pinté en Benaocaz hace unos años.
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