Acrílico sobre tabla, 100x70, 1994
Ese año decidí romper con mi estética habitual y realizar un cartel donde primara sobre todo la guasa y el cachondeo que te transmite el carnaval gaditano, atendiendo sobre todo a una de las bases del concurso que dice que el cartel debe recoger el espíritu del carnaval de la tacita, cosa que no cumplían casi nunca los veredictos, algunos más bien reflejaban el espiritu veneciano. Me gusta por su colorido y desenfado y porque quizás tenga influencias de uno de mis comic favoritos de bruguera, las hermanas Gilda del genial Vazquez del que ahora curiosamente van a llevar su vida al cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario