Oleo sobre tabla, 145x40, 1995
En un rincón de la buhardilla que me sirve de estudio puede haber apilados casi un centenar de obras mías, entre tablas y lienzos, su grosor va aumentando, rara vez disminuye a no ser de forma provisional por alguna exposición de caracter retrospectivo, como la que terminó hace 2 semanas en Ubrique. Hoy intento ordenar de nuevo, saco para fuera para apilar por tamaño y de vez en cuando me encuentro sorpresas, cuadros casi olvidados de mi memoria por la de tiempo que hacía que no los veía, como este desnudo con gato y pintor, pintado seguramente en mi viejo estudio de la calle Conejitos en el Puerto, con su fondo munchniano y morado que usé por primera vez 3 años antes en mi tango de Algodonales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario