Oleo sobre tabla, 90x61, 1991
Otro de esos cuadros de mi etapa de pieles blancas, que quedó inacabado pero que es un testimonio fiel de mis gustos de la época, las composiciones, los colores , los gestos, las posturas de los parroquianos.
En este verano el tiempo pasa lento y espeso como los veranos de la infancia, pero más bien porque es tiempo de espera y las esperas alargan los tiempos de manera cruel. Esperamos ilusionantes acontecimientos que te marcan la vida, esperamos destinos como todos los veranos y entre espera y espera uno parece que no aprovecha ese tiempo espeso y denso como debiera.
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