Aguada sobre papel de estraza, 46x32, 2006
En una de mis primeras entradas hablaba de las excelencias del humilde papel de estraza como soporte para creaciones artísticas y en estos días me vuelvo a reafirmar en ello, pues vuelvo a dibujar sobre él tintas y aguadas que disfruto mucho mientras las realizo y cuyo resultado final nunca me suele defraudar. Debe ser querencia a su neutro fondo, la limpieza y facilidad con que el pincel recorre su piel reciclada, su suave textura o esa humildad con la que me identifico lo que me hace preferirlo a papeles mucho más caros y preparados, papeles que pueden dar miedo de estropear y con los que es dificil coger confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario