(Puente del tren sobre el río Genil, Oleo sobre cartón, 73x50, Verano del 83)
En el verano de primero de carrera pinté lo menos diez paisajes al natural de Ecija y su entorno en compañía de Margari y Tello, pintores del pueblo que acababa de conocer. Eran mis primeros paisajes, en pleno proceso de aprendizaje y descubrimiento y aunque algunos llegué a destruirlos por no gustarme el resultado, he conservado unos buenos pocos de los que destaco este puente sobre el Genil de Julio de 1983. Aunque lucía el típico cielo azul intenso , los efectos de una insolación me hicieron poner un cielo nublado y tempestuoso que se me antoja ,ahora, como uno de mis primeros atrevimientos pictóricos. Lo tengo en un lugar preferente de mi estudio, como recuerdo de una mágica y fructífera época.
Ese verano y el que le siguió pintamos muchos rincones del pueblo: Puerta Cerrada, Santiago, Santa María, Santacruz, el parque San Pablo... y otros tantos de los alrededores como la Molina, Cortés, La cuesta Blanca... y siempre a horas como el mediodía o a las cinco de la tarde, lo que en un verano ecijano viene a ser algo más que una osadía. Tras una de las sesiones pictóricas fuí al médico con sintomas de insolación y cuando le expliqué el sitio ( sin una mala sombra ) y la hora me contestó, que los sintomas eran más bien de locura.
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