( Témpera sobre cartón negro, 34x25, 2009)
Hoy hace veinte años que llegué a Pamplona a vivir los Sanfermines por primera y única vez, de momento. Aunque la fiesta fue brutal y salvaje, siempre pensé que regresaría algún año con más tranquilidad. Invitados por un amigo del pueblo que allí trabajaba y allí sigue, llegamos en tren unos cuantos de amigos después de tres noches muy festivas por Madrid y si poco habíamos dormido en la capital, ya practicamente nada en Pamplona pues empalmábamos los días y las borracheras como si estuviéramos en la boda de Caracol, que duró lo menos seis días; Cosa de los veinticinco años, que lejos quedan.
Tremendo ambiente festero, bullas casi de carnaval y cientos de ¨guiris¨atraidos por la imagen que Hemingway dió en su novela ¨Fiesta¨ de San Fermín; Toda Pamplona estaba llena de decenas de clones de Don Ernesto, que con sus gorras, barbas blancas, grandes puros y orondas barrigas deambulaban por toda la ciudad, imitándolo sobre todo en lo de beber de forma copiosa.
No corrimos delante de los toros en los encierros, aunque varios días saltamos tras las tablas con una intención que luego no cuajaba por miedo, prudencia o vete a saber. Lo que sí vivimos fue una corrida desde el tendido de sol en medio de dos peñas rivales, que se agasajaban tirándose harina que luego regaban con tinto de la tierra y nosotros en medio, entre una algarabía de gente de blanco que nunca miraban al ruedo. El resultado es que salimos de la corrida asquerosos perdidos y sin apenas haber disfrutado de las dos orejas que cortó el malogrado Julio Robles o las banderillas del popular ¨El Formidable¨y con la certeza de haber salido de una especie de circo romano,con más sensación de víctima que de público.
Me gusta el cuadro, Manolo, y la crónica. Sí, qué lejos quedan los veinticinco años.
ResponderEliminarGracias, Jose Manuel.Pensé en ilustrarla con un apunte de uno de esos Hemingway de mentirijilla, pero como digo, 20 años son muchos hasta para encontrar viejos papeles.
ResponderEliminarGracias por acordarte de aquellos dias, y espero que un año de estos te decidas a volver a vivirlos con mas tranquilidad, que ya no tenemos 25 años. Un saludo desde pamplona
ResponderEliminarEncantao de la vida de tu comentario, Pablo.Espero regresar un día a tus Pamplonas, aunque no sea San Fermín.
ResponderEliminar