Rotulador y acuarela sobre cartulina, 70x50, 2009
Nuevo cartel para el centro, para anunciar una Feria del Libro que no tiene un espacio físico y único sino que transcurre en todas las librerías del pueblo, en donde se aplicarán el consabido descuento a los alumnos. Casi una feria imaginaria. Durante el último puente frecuenté las del Libro antiguo y de ocasión en Jerez y Sevilla y después de varios años de desánimo ante ellas, en el que había decaido mi viejo entusiasmo bibliófilo, volví a sentir unas ganas tremendas de comprar ciertos libros y salvo alguna excepción volví a quedarme con las ganas de comprarlos, por problemas de espacio y por tener acumulada una montaña por leer que me gustaría menguar. Total, excusas que no me acaban de convencer ante un eterno dilema.
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