( Acuarela, 33x23, 2009)
Como ya viene siendo tradicional, el último domingo de Octubre y con la hora reciencambiada solemos empaparnos de la cultura del ibérico, las matanzas, el jamón y la caña de lomo. Ese domingo la Virgen de Cala procesiona del templo a la ermita, acompañada de medio pueblo engalanado con ropas de domingo y nosotros solemos llevar a Violeta, mi suegra, para que vea a su virgen, a sus viejas amistades del pueblo y cumpla con su ritual anual. Este año, en vez de acompañarla en la procesión, hemos preferido pintar algunas acuarelas por los alrededores del pueblo serrano, entre encinas, vallados de piedras y cerdos comiendo bellotas. Después, degustación de ancas de ranas en el Bar el foca y chacineo de lujo en Casa de Dominga.
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