( Falso Grabado, 70x50, 1987)
Hace más de 20 años que este cuadro cuelga en las paredes del piso en que nací, en el que aún viven mis padres, en Ecija. Sólo lo moví de allí para exponerlo en la Carbonería de Sevilla, en la peña de Curro en Camas y en la tertulia ecijana del teatro Sanjuán. Es mi falso grabado favorito pero me resisto a quitarlo de su rincón encima de la tele, los cuadros después de muchos años se hacen dueño del espacio que ocupan y cambiarlos de rincón o de ciudad se me antoja un crimen. La imagen representa al jerezano Rafael de Paula en una tarde pletórica de belleza y arte en la feria de otoño madrileña del 87 y la foto de donde la saqué ilustraba un artículo en El País de Joaquín Vidal titulado ¨Nunca el toreo fue tan bello¨.
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