Martes y Miércoles parecieron días calcados; Mismo horario de playa, el mismo aparcamiento con la misma plantita de pinchos arañando pantorrillas, los mismos vecinos de sombrilla, los mismos paseantes playeros y los mismos mensajes por megafónía: ¨Se avisa a los bañistas de la presencia de medusas en la zona de baño¨. Pareciese uno como Bill Murray en el día de la Marmota pero atrapado en un tiempo de ocio y verano, lo cual tampoco sería mucha tortura. La única diferencia es que el Martes se me acabó el rotulador y no pude engrosar mi cuaderno de playa, por lo que al parecido día siguiente me desquité dibujando al menos diez escenas de playa.
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