(Lectoras en el metro, Acuarela y rotulador, 25x17, 2009)
Acabo con estos dos dibujos las entradas sobre el viaje a Berlín, para no resultar muy cansino. Publico casi un tercio de mi cuaderno berlinés, aunque es posible que más adelante pueda recuperar alguno y lo que es seguro que más de uno pasarán a un formato mayor o versionado en grabado. En resumen, Berlín ha sido una ciudad que me ha encantado y sorprendido, la ciudad doble me ha resultado abierta, vanguardista, original, cosmopolita, ecléctica , moderna y monumental, muy monumental a pesar de haber sido reconstruida de nuevo tras los bombardeos, sus cientos de esculturas recuperadas del río le dan ese caracter y suavizan la artificialidad que pudieran denotar las reconstrucciones y restauraciones. El patrimonio de sus museos es impresionante, desde las famosas esculturas de Nefertiti y Pericles hasta el cupido de Caravaggio, el vaso de vino de Vermeer y los Rembrandts del Gemaldegalerie, sin olvidar el increible altar de Pérgamo y la puerta del mercado de Mileto. La única decepción, el encontrarnos algunos museos cerrados por reformas, como la Nueva Galería Nacional, cuya colección de pintura expresionista nos quedamos con las ganas de disfrutar.
Lo llamativo de estos dos dibujos es ver como a través de la mirada del autor se puede imaginar y ver como es la vida de un berlinés. El valor reside cuando dentro de diez años se compare con lo reflejado en ese instante y ver como ha cambiado todo o en parte.
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