Rotulador, 2025
Aunque son dificil de localizar, puedes encontrar a estas criaturas divinas, perdidas en el estudio de algún pintor mariano y barroco o en algún rincón de la sacristía de una iglesia, pues son ellos dados a caerse de obras inmaculadas y ya, quedarse entre las oscuridades propias del templo, entre olores a cera y a incieso muy de su gusto.
Y después tenemos a esos seres, entre alquimiata y explorador, en los que se han convertidos los modernos cocineros que buscan nuevas experiencias y sabores, sacrificando, si es preciso a seres tan adorables como estos cabezones con alas que tan bien representó nuestro querido Murillo. Por desgracia los angelotes son ricos en Omega 3, magnesio y calcio y no digamos A, B y D, tan buscadas por estos locos y despiadados personajes de los fogones.