Rostro de cantaor

Témpera sobre papel, 30x23, 2012
Pudiera recordar a Manuel Moneo, con el que me cruzo muchas mañanas en el Volapié, pero no, mi intención sigue siendo la de plasmar gestos anónimos de personajes anónimos. Con este cantaor desgarrao, de pena ancha y rostro dolorío, vuelvo por derecho a unos de mis temas flamencos favoritos, el de los rostros cantaores, primeros planos totalmente inventados de cantaores anónimos e imáginados donde procuro que la expresión esté por encima de todo. Son rostros para Siguiriya, Soleá o Martinete, cantes de pena y dolor y también rostros al que cada uno le puede dar el nombre que quiera, vete a saber si el Planeta, el mítico cantaor gaditano, tenía un rostro parecido a este.

Manos grandes

´Témpera sobre papel, 30x22, 2012
Hay desproporciones, como esa gigantesca mano izquierda, que lejos de molestarme le imprimen al dibujo cierta originalidad o diferencia con otras imágenes de la misma iconografía. Este anónimo cantaor "manos grandes", también salía en un viejo grabado que pronto mostraré.

Mujer de rojo

Témpera sobre cartón, 30x22, 2008

Cuadro dentro del cuadro

Personaje de azul con libros, acrílico y óleo sobre tabla 100x 80, 1997
La chaqueta azul rompe un tanto con el cuadro y con mi pintura en general, quizás por ello no lo haya mostrado hasta ahora. Lo que más me gusta de este cuadro es la imagen del fondo, otro cuadro diferente dentro el cuadro original. a veces es mejor quedarse con los detalles.

Siete rostros

Témpera sobre papel, 30x22, 2012
Para pintar sobre fondo negro, la mayoría de las veces esbozo unos trazos en amarillo o blanco para poder guiarme con facilidad, trazos que unas veces borro y otras no, depende del resultado. Otras veces, como en estos 7 rostros, no interviene para nada el lápiz, dibujo directamente con el pincel las manchas de los rostros, sacando luces de la oscuridad. Luego el fondo marrón sirve para perfilar a los personajes y acabo dibujando 6 manos de apariencia y trazo inquieto.

Guitarrista en aguada

Aguada y témpera sobre papel de acuarela, 36x26, 2012
Ya le ve uno a este dibujo sus contrastes y sus posibilidades en grabado, así que versión  en relieve, próximamente en este blog.

Niño Ricardo Joven 2

Témpera y tinta sobre cartulina, 70x50, 2006

Uno se autoversiona en cantidad de ocasiones, reinterpreto viejas obras, intento imitarme a mí mismo en otra época,  donde la obra era pintada bajo unas circunstancias diferentes a las actuales y los resultados raramente superan al original. Comparen este guitarrista con el original, un niño Ricardo joven, que quise versionar por estar muy deteriorado por humedades.

Yedra

Acuarela, 37x26, 2012
 Y una tercera entrega del rincón verde, en otra estupenda tarde de acuarela con mi Violeta.

Ajedrez

Acuarela y rotulador, 38x24, 2009
Apunte rápido coloreado a acuarela en un recreo en Las Cumbres de Ubrique. El Filósofo Federico juega  una partida de ajedrez con el economista de calidad, Manolo C., mientras en el centro Francisco C., acreditado conocedor del entorno serrano, hojea  unos papeles..

La Molina

Óleo sobre lienzo, 90x60, 1983
De niño se me hacían los veranos eternos, un tiempo espeso que el fuerte calor se encargaba de relentizar, de alargar. Quizás el primer verano en el que perdí esa sensación y de repente se acortó, fue el verano del 83, mi primer verano en la carrera. Ese verano conocí a Margari y Tello, pintores de mi pueblo con los que salí a pintar varios paisajes del entorno ecijano, la mayoría de las veces a pleno sol y en alguna ocasión , algún nocturno. En alguna salida, como la de la Molina, nos acompañaban otros pintores como Keke, Vicente y mi primo Guillermo. La Molina, viejo y derrumbado molino de harina a orillas del Genil fue escenario de una historia entre pintores que llevé a un perdido e inacabado cómic. Recuerdo cuerpos desnudos pintados de óleo, baños de río, peregrinajes a La última Copa ( el último bar del pueblo, antes del cementerio) a por cerveza, cuadros que se llevó el Genil y más historias divertidas que mejor se cuentan en mi perdido cómic, que algún día encontraré.
La imagen que hoy traigo es la de mi inacabado cuadro de aquel día, que fue raro que no acabara también arrastrado por las aguas.

Y otro Patio

Acuarela, 37x26, 2012

Y nueva entrega de acuarela sobre el patio, mientras Violeta hace las suyas entusiasmada. De nuevo, un rato estupendo, abtractizando las diferentes hojas y embriagado  por el olor salvaje e intenso de la Dama de Noche.

Regreso a la Sierra

Adiós mi sierra, Acuarela, 38x26, 2010
Recuerdo que cuando pinté esta acuarela, mis sensaciones eran de que me despedía de mis queridas vistas y del entorno mágico de la sierra gaditana por una buena temporada. Poco antes me habian dado por destino definitivo un remoto y lejano punto de la sierra de Segura, muy pegaito a Albacete: Orcera; todavía me tiemblan las piernas al recordarlo y eso que debe ser un lugar precioso, muy bonito y hasta espectacular, pero la lejanía ( 5 horas y media), asustaba hasta al más lanzao. Las circustancias quisieron que no pisara aquel lugar durante los dos temidos años y que pudiera estar disfrutando de mi recienllegada hija, un golpe de suerte me convirtió en desplazado, una bendición de situación a pesar de las connotaciones negativas que tiene la palabra. 2 años después vuelvo a tener destino definitivo y éste supone un retorno a  mi sierra gaditana, otra vez a Ubrique, a otro centro diferente del que he tenido durante 6 años intermitentes, pero un centro donde voy a reencontrarme con buenos amigos y con mi entorno serrano.

Dama de Noche

Acuarela, 38x26, 2012
2 Años después vuelvo a pintar una acuarela del mismo rincón  de mi patio, bajo el potente olor de la Dama de noche, mexclado con el del jazmín, más suave. Entonces eran tiempos de espera, ahora pinto con la compañía de mi hija, que también disfruta dibujando una acuarela muy original.

Muchacha en Silla

Témpera sobre cartulina, 35x25, 2012

Muchacha en el sofá

Témpera sobre papel, 30x23, 2012

Perro Pulgoso

Óleo sobre tabla, 2000
Tenía que estar lleno de pulgas este perrito de apariencia tranquila, pues uno de los recuerdos más notables de nuestra estancia en la casa solariega de la familia de mi amigo Curro, en las cercanías de Lora, fue un ataque despiadado de las casi invisibles criaturas sobre piernas y pantorrillas. Pero aquello sólo fue una anécdota que te pica al recordarla, mejor quedarse con otros recuerdos más memorables como los baños en la alberca para refrescarnos el veranillo y las risas y los buenos ratos que al recordarlos, más que picar te producen un agradable cosquilleo.

El hombre que espera

Témpera sobre papel, 30x22, 2012
Otra vez en tiempos de esperas y ansias, de desenlaces, destinos y caminos. Después de tantos años, el cuerpo no se acostumbra a esa ingrata rutina de esperar, parece un círculo del que no podemos escapar, siempre se creará una nueva ocasión para que nos volvamos a sentir confusos, perdidos, nerviosos y... a la espera.

Nuevo Paseante

Témpera sobre papel, 30x18, 2012
Este paseante de negro es la entrada número 800 de este blog que se acerca a su tercer aniversario.

Cantaor y Palmeros

Témpera sobre papel, 30x22, 2012
Podría parecer un grabado en relieve, un linóleo de suaves gubiazos pero sólo es témpera sobre un fondo negro. La imagen bien merece una réplica en grabado así que, próximamente en este blog.