Cuarta entrega de San Blas bajado del tiesto, o del trono, esta vez un poquillo más desmadrao que en las anteriores, pero comportándose como un humano normal, con sus ganas de divertirse y pasarlo bien , que por algo es santo de una fiesta única y más que alegre y divertida.
Uno de mis creadores favoritos es el jerezano Teodoro Miciano ( 1903-1974) magnífico pintor, grabador e ilustrador. Ilustró de forma magistral el Quijote, superando en calidad al clásico Gustavo Doré. Geniales son también sus ilustraciones de los cuentos de Yehá. Trabajó como profesor en la escuela de Arte de Jerez entre el 29 y el 31 y recuerdo, en mis años de docente en ese mismo lugar,que siempre que estampaba en el viejo tórculo, me emocionaba pensar que 6 o 7 décadas antes, Teodoro también había estampado en esa misma pletina. Fue represaliado durante el franquismo por su militancia izquierdista y sus dibujos en Mundo obrero, estuvo en la carcel de Jerez hasta el 42 y en el 49 obtuvo el Premio Nacional de Grabado. Aquí, un dibujo de homenaje a su persona, que no caiga en el olvido la figura , la huella de un creador, que creó para la libertad e injustamente, tuvo que pagar por ello.
Pues lo mismo pongo al santo bailando un pasodoble con una lugareña que jugando con la chiquillería del pueblo. Una vez bajado de su trono, el patrón de la alegría ( lo de la garganta es secundario) baila, salta y ...lo que haga falta.
Mezclo los 2 protagonistas de las cercanas fiestas de san Blas en mi querido Benaocaz, pueblo de la serranía gaditana que cada 3 de febrero celebra una fiesta única, donde su santo patrón es bailado por todo el pueblo a ritmo de charanga , con una alegría contagiosa, que hace que todos los años quieras volver a vivir y sentir un evento tan original y entusiasta. El otro protagonista es el toro, que en honor al santo sueltan todos los años. Aquí he querido bajar al santo de su trono y ponerlo a correr delante del morlaco, con algunos personajes como tintín, el capitán Hadocq y Pedro, veterano vecino del pueblo al que queremos una jartá.
Obra de finales del mes pasado, de una lectora cuyas estanterías de maderas curvas se inspiran en el mural que estoy realizando con mis alumnos de cuarto en la pared exterior de la bibliotyeca de mi centro.
Mi primera obra del año es este dibujo de homenaje a la fotógrafa barcelonesa Colita, fallecida ayer y autora de la fotografía en la que me inspiro para esta imagen, tomada en el bar Pinto, en 1969, en La Campana sevillana y donde al alado del marido de Pastora, aparecde el genial Don Antonio Mairena y detrás, en animada conversación, Curro Torres y Chocolate.
Feliz 2024 y mucha salud, creatividad, imaginación, entusiasmo, espíritu viajero y muchas ganas de disfrutar.
