En el cortometraje El Hilo Negro, de mi compañero en Medina J.A. Quintero, tiene cierto protagonismo un cuento de origen polaco, donde un príncipe moribundo recibe la visita de un médico dispuesto a salvarlo con su espejo mágico, con el cual puede ver reflejada a la muerte en la cabecera o en los pies de la cama del enfermo. Si aparece reflejada en la cabecera significa que la muerte se lo llevará, y si aparece a los pies de la cama la muerte tardará y se salvará. Al verla al lado de la cabeza del moribundo, decide engañar a la muerte dándole la vuelta a la cama con cuatro lacayos, por lo que salva la vida al príncipe. Estas tres ilustraciones fueron creadas hace apenas un mes para ese magnífico corto que ayer fue estrenado en el teatro de Medina Sidonia.
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