Vuelven las camareras a mi universo tabernario, con su punto de ternura y un supuesto halo de explotación laboral, quizás hartas de pertenecer a un mundo que pronto abandonarán por una vida mejor, rodeadas de personajes solitarios y abandonados que la miran compasivos.
Verdad que esta pintura a tempera despierta ternura. La camarera en un mundo alrededor del que somos un poco ajenos, aunque mas allá del color de la piel, hoy hay mucha gente explotada laboralmente. Saludos desde Argentina, una belleza sus sentires plasmados en obras .
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