lunes, 8 de agosto de 2022

Marquez


 Témpera sobre cartón, 2022

 Conocí a Marquez hace más de 20 años, lo recuerdo comentándome el tiempo o cualquier eventualidad  del pueblo, mientras pintaba por alguna calle de Benaocaz, en alguno de sus primeros concursos de pintura al aire libre, alla por el 98 o 99. Su estampa de entonces me recordaba un poco al Azarías de los Santos Inocentes o quizás al Paco Rabal maduro. Poco después me hice vecino del pueblo y  Marquez se convirtió en un personaje habitual con el que me cruzaba constantemente y siempre saludándome con cordialidad. Lo recuerdo paseando por Ronda a donde le gustaba ir de vez en cuando en autobús a cubrir alguna necesidad corporal y del alma, por las calles de Ubrique y desayunando sus churros en la recientemente desaparecida churrería del aparcamiento, siempre con su soledad y su amabilidad a cuesta. En mis últimas visitas al pueblo extrañaba su ausencia y este sábado le pregunte a Martel por él y me dijo que murió a principios de año. Tiro de retentiva, aunque creo que algún apuntillo perdido hé de tener, para homenajear a ese entrañable Marquez, cuya ausencia hace que Benaocaz ya no sea lo mismo. D.e.p.

 

 

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