Rotulador, 2025
Hubo una época, a principios dde los 90, que cuando yo aparecía por el Bar Vicente, si era Mediodía me ponían mi copa de Fino Quinta sin tener que pedirla, pues ya era un habitual que siempre pedía lo mismo, y si iba temprano, tampoco tenía que pedir, me ponían mi café con tostadas después de saludar. Pero hace ya casi 30 años que dejé de frecuentar este emblemático local portuense al laíto de la Plaza de abastos. En el 96 me mudé a Jerez y ya muy pocas veces regresé a este lugar de entrañables recuerdos, de primeros apuntes y especial querencia. Hoy he regresado, después de dibujar en el hotel Monasterio y me he marcado este apuntillo. Volveré pronto a dibujar desde otro ángulo.
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