Aguada y témpera, 2025
Son estos días de canícula días tristes y muy dolorosos. En la madrugada del Jueves nos dejó Violeta, la mejor suegra del mundo, y mi segunda madre. Una mujer buena, generosa y única, viuda joven que sacó adelante a sus dos hijas, ayudada de su arte como bordadora. Enamorada de su tierra natal, Cala y de su Jerez adoptivo, fue una luchadora, orgullosísima de sus hijas y de su nieta Violeta, compañera de viaje en casi todas mis visitas a Las Vegas ( 12 viajes), y protagonista de mil maravillosos momentos de convivencia repartidos por Jerez, Cala, Benaocaz, Sanlucar, Ronda, Cádiz y Écija entre otros sitios. Un beso al cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario