Acrílico sobre cartón, 50x35, 2003
Llegaron las calores, en su fecha, coincidiendo con la entrada del verano y sin adelantarse de la forma exagerada de otros años. Acostumbrado al calor seco de mi pueblo, los calores húmedos y pegajosos como los de la tarde de hoy, se me hacen difícil de digerir y aunque resulte extraño, a veces añoro la canícula ecijana, con sus cuarentimuchos grados y sus tardes de chicharra y manta en el suelo. Esta mujer abanicándose que huye del calor, se hace tema ideal para la entrada de hoy.
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