Témpera sobre cartulina, 50x35, 2011
Otra interpretación de las fotos del Pessoa caminante, paseante y callejero por las calles de Lisboa, una ciudad que me impresionó tremendamente en el 88, en mi primer viaje al extranjero, un extranjero muy cercano pero que en muchos aspectos me resultó muy lejano, sobre todo en lo temporal, por lo añejo y auténtico de algunas imágenes que bien podían pertenecer a la España de 20 o 30 años antes. Precisamente en Febrero de ese 88, conocí por primera vez la obra de Pessoa, gracias al Banquero Anarquista y otros relatos, libro comprado en Granada y que se ha convertido en libro de los que gustan releer igual que su libro del Desasosiego, descubierto unos años después, pero que adquirió la misma querencia.
Este retrato de Pessoa tiene mucho movimiento. No solo en el gesto de caminar sino en la ropa. Saludos, Manuel.
ResponderEliminarGracias Maite. Me ha encantado dibujarlo andando, en movimiento, las imágenes son muchas y dan para una serie. Ya las mostraré. Saludos desde el sur.
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