Había más de mil dibujantes repartidos por las esquinas de la espectacular ciudad de Oporto, que comparte con su paisana Lisboa la desembocadura de unos ríos espectaculares nacidos y crecidos en la vecina España y unas arquitecturas y unas historias de ciudades portuarias que viven de cara al mar, un mar que se refleja en sus olores, en la memoria de sus navegantes, en sus vientos y en sus yantares. Ha sido la primera vez que hemos asistido a un encuentro internacional de Urban Sketcher, de dibujantes urbanos, que periódicamente se encuentran para poder realizar su pasión por dibujar in situ los rincones y la vida de cualquier ciudad, y compartir con sus colegas sus experiencias y muy buenos momentos y hemos salido encantado de estos días intensos y llenos de sensaciones, de risas, de vinos y delicias del atlántico, de dibujos y paseos, de vistas únicas y de deseos de volver.
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