Aguada y témpera sobre papel de estraza, 33x23, 2006
El papel de estraza, humilde y recio soporte, con su gris neutro, sus imperfecciones y su textura de melocotón, es la base ideal para plasmar gestos y posturas, miradas y poses que a diario contemplamos y les robamos a sus dueños con movimientos de pincel. Estos retratos anónimos, generalmente de mujeres, abarcan diferentes épocas, distintos estados de ánimos y lo mismo pueden estar realizados en Ecija, Benaocaz o Jerez, pero todos tienen en común la fidelidad al soporte y la sensación de que la mirada más furtiva, anodina y disimulada siempre puede tener una representación, una interpretación que nos la haga recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario