Falso grabado, 17x13, 1997
Nuevamente, la memoria difusa, perdida, pierde los nombres, olvida el origen de la imagen en la que se basó y hace que la terna se torne anónima, lo cual no me preocupa mucho, pues me interesa mil veces más la plasticidad de la obra, los rasgos de pose forzada, casi casuales por los avatares de la técnica y los trazos falsos de tinta ocupando las oquedades del papel. Son muchos ya, los falsos grabados taurinos y en blanco y negro mostrados en este blog, pero quizás los que más me gustan y más me llenan sean los que muestran composiciones taurinas y cuadrillas como estas otras dos.
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