Acrílico sobre cartón, 40x30, 2007
Lo extraño de esta obra es su colorido, más fuerte y estridente de la cuenta, para tratarse de la temática de lo jondo, materia donde úno suele ser muy prudente con el colorido, pues es éste recurso que aquí, suele moverse en penumbras, que entra tímidamente y con cautelas en terrenos de negruras y blancuras, de matizados grises y de monocromáticos colores, quizás ayudados de otros de armónica familia, pero siempre sin intentar abusar, sin levantar demasiado los tonos y tratando con delicadeza el resultado, para que gestos, movimientos, posturas no corran el riesgo de perderse ante los vigores y la fuerza de un color.
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