Si en mi primer viaje romano, el Hotel Fleming en donde nos quedamos estaba en el quinto carajo y no había mas remedio que coger metro y taxis, el hotel de este viaje ha estado en pleno centro, el hotel Traiano, al laíto de la columna del mismo nombre y en pleno centro de la ciudad eterna, lo que nos ha permitido ir andando a todos los lugares que hemos visitados y ser ideal para nuestro objetivo de callejear todo lo que se pueda y dibujar todavía más, teniendo el hotel al lado para descansar de vez en cuando.
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